Su fotografía tiene una gran fuerza y belleza visual.
Nace en 1942 y en 1962 se casa y tiene hijos y su hija menor muere.
Estudió en el centro universitario de estudios cinematográficos.
El maestro oaxaqueño Manuel Álvarez Bravo, de quien fue alumna y asistente, y de quien aprendió mucho durante sus salidas de campo a tomar fotos, constituyó una figura importante en la vida de Graciela. Trabajar con él en el cuarto de revelado, verlo trabajar, le abrió una nueva perspectiva del mundo y de cómo mirarlo
Su obra se caracteriza por imágenes que muestran una gran sencillez, donde retratar significa participar de la vida de las personas, así como del ritmo y calidez de su gente y tradiciones.
Graciela Iturbide, ha recibido varios reconocimientos entre los que destacan el premio Eugene Smith, que le fue otorgando en 1968, su reportaje Médicos sin fronteras, y en 1988 es galardonada con el gran premio del mes de la fotografía en París. De igual forma, fue miembro del Consejo Mexicano de Fotografía, gracias a su trabajo titulado Recuerdo de la infancia.
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